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El diseño de investigación abarca tres gimnasios escogidos en función de su tamaño, ubicación y público. La metodología comprende tres meses de observación participante, treinta y cinco entrevistas (a profesores, dueños de gimnasios y gym-goers) y dos grupos de discusión.
Con respecto a los hallazgos diremos que un cuerpo trabajado representa un uso moralmente correcto del tiempo; mientras quienes no van al gimnasio ocupan su tiempo libre “improductivamente”, lo que es éticamente criticable según el imaginario cultural actual. Por otro lado, observamos que las normas y valores que sostienen el cuidado del cuerpo en los gimnasios se erigen como pautas morales que guían la conducta del sujeto, generando culpa en quienes las infringen.
“Ni muy muy ni tan tan”: ir al gimnasio es la búsqueda interminable de un cuerpo moderado y armonioso. A su vez, el carácter adictivo del entrenamiento puede volverlo descontrolado y excesivo. Los gym-goers son equilibristas del “estar bien”; entre el gobierno de sí mismos y la ilusión narcisista del espejo.
Integrantes:
María Inés Martínez Echagüe
Victoria Regina Sánchez Miranda
Docentes orientadores:
Rafael Bayce
Sebastián Aguiar