Esta investigación indagó sobre la definición y ejecución de la educación no formal en la Unidad de Internación para Privados de Libertad No. 6 “Punta de Rieles”. Sobre como se diseñan, promocionan y ejecutan los distintos programas de educación no formal, su posible relación con el mercado laboral y las expectativas de los internos respecto a los mismos.
Desde un enfoque metodológico cualitativo, se aplicaron entrevistas semi dirigidas a los actores involucrados (autoridades, operarios, técnicos e internos). Por educación no- formal, a grandes rasgos, se entiende aquella actividad que persigue un fin específico, con objetivos educativos delimitados, ofreciendo espacios a diversas poblaciones y territorios que se escapan de lo que es la educación formal.
A diferencia de esta última, los talleres no pueden certificarse, elemento que muchas veces desvaloriza las actividades ante el mercado laboral. De todos modos no hallamos una intencionalidad en relacionar la educación no formal con la oferta laboral. Vislumbramos que la finalidad de los talleres pasa principalmente por “matar el ocio”, inculcar valores, hábitos, respeto, compañerismo y “el gusto por aprender”.
Hay una intención marcada del proyecto Punta de Rieles en la modificación de las conductas a través de la vida cotidiana, atravesando la singularidad del individuo quien se encuentra recluido por salirse de la norma y debe ser encauzado, en la base de un espacio que dignifique al sujeto.
A propósito de los intereses del cuerpo social debiera ser esta la finalidad de la cárcel, no estaría siendo así en la mayoría de los centros penitenciarios de nuestro país, sino tan solo lugares infrahumanos de depósito de personas.
Integrantes:
Erika Stratta
Paola Rodino
Docente orientador:
Eduardo Viera