El colesterol es una molécula de importancia para diversas áreas, por lo que el desarrollo de un método para su detección y cuantificación puede resultar de interés económico y social. Se intentó desarrollar un biosensor de colesterol y conjugarlo a nanopartículas, dado que la nanotecnología permite ampliar las posibles aplicaciones del biosensor, debido a las diversas técnicas desarrolladas en torno al área y su rápido desarrollo.
La β-ciclodextrina es una molécula con una cavidad hidrofóbica que puede unir moléculas hidrofóbicas como los lípidos, por lo que se analizó su capacidad de unir colesterol para construir un biosensor. Para esto se unió otra molécula fácilmente detectable (fenolftaleína) a la cavidad, y se midió la capacidad del colesterol de unirse a la cavidad mediante detección de la fenolftaleína desplazada. Luego se unió β-ciclodextrina a nanopartículas de oro, y se intentó verificar la unión por diversos métodos (centrifugación diferencial, IR, espectroscopia).
Los resultados obtenidos parecen indicar que la β-ciclodextrina no une al colesterol en su cavidad, por lo que no sería un buen biosensor para esta molécula. Otras moléculas sí pudieron introducirse en la cavidad de la β-ciclodextrina, abriendo las puertas al desarrollo de otros tipos de sensores. Los métodos utilizados para verificar la unión de la β-ciclodextrina a las nanopartículas dieron evidencia a favor de la unión, y un resultado no esperado fue que aparentemente la únión de la β-ciclodextrina protege a las nanopartículas de agregarse en la centrifugación, lo que puede ser aprovechable en el desarrollo de otras técnicas.
Integrantes del equipo:
Daniel Herrera
Sebastián Miles
Florencia Rammauro
Guillermo Tramontin
Docente orientador:
Eduardo Méndez