Este estudio tiene dos propósitos principales: (1) contribuir a la literatura descriptiva de las mujeres involucradas en prostitución y del trabajo sexual. (2) contribuir a entendimiento de las circunstancias de vida específicamente asociadas al ingreso en la misma.
Se realizaron 22 entrevistas semiestructuradas con mujeres que hubiesen ejercido tanto en locales cerrados (whiskerías y prostíbulos) como en la calle; el rango de edad varió entre 57 y 23 años. Promedialmente comenzaron a ejercer a los 24 años, identificándose dos modas en la distribución de edades de inicio a los 18 y a los 22 años.
Se realizaron 22 entrevistas semiestructuradas con mujeres que hubiesen ejercido tanto en locales cerrados (whiskerías y prostíbulos) como en la calle; el rango de edad varió entre 57 y 23 años. Promedialmente comenzaron a ejercer a los 24 años, identificándose dos modas en la distribución de edades de inicio a los 18 y a los 22 años.
Respecto a las experiencias laborales, las expectativas salariales en trabajos previos son de $6000 por mes, mientras que los ingresos declarados en el trabajo sexual son mayores a $20000. Esta diferencia salarial, la posibilidad de flexibilidad horaria que ofrece, y el cobro en el momento son factores decisivos para el ingreso y mantenimiento de las mujeres en el trabajo sexual.
En cuanto al rol del grupo de pares, en 17 de los 22 casos las mujeres conocían previamente a una persona involucrada en prostitución. Esto facilita el inicio porque aumenta la información respecto de los beneficios asociados y disminuye los costos de iniciación.
Integrantes del equipo:
Martín Collazo y Clara Musto
Docente Orientador:
Nicolás Trajtenberg