En Uruguay, la inoculación de las leguminosas es una práctica generalizada, pues la fijación biológica de nitrógeno (FBN) por parte de bacterias es un proceso con muy alto impacto en la producción de los sistemas agropecuarios. Debido a esto es que se obtienen buenos rendimientos en la producción de soja, las cuales generan un alto impacto en las principales exportaciones de nuestro país. Los inoculantes disponibles comercialmente vienen en una variedad de formas (turba, formulaciones líquidas, semillas pelleteadas, semillas con procesos de preinoculación, entre otras) las cuales se reporta, desde fabricantes y usuarios, una baja importante de células viables con el paso de pocos meses. Para mejorar esa baja de células viables es que propusimos la vehiculización en dos tipos de materiales poliméricos. Generamos macro y microestructuras a base de mezcla de polímeros biocompatibles que mostró una buena encapsulación, estabilidad, y una interesante performance como vehículo revelando un potencial uso a nivel industrial.