El presente proyecto denominado “Hábitos deportivos y alimentarios en el contexto de pandemia: ¿una nueva normalidad?” se enmarca dentro de los Proyectos de Investigación estudiantil aprobados por CSIC, con la finalidad de comprender los procesos de huerta comunitaria y su vínculo con las prácticas deportivas y alimentarias, atravesadas estas por la situación de pandemia. En este sentido, a través de diversas actividades y juegos, intentando generar un espacio de discusión, diálogo e intercambio entre estudiantes de la UdelaR (ISEF y Nutrición) y agentes barriales, se buscó conocer cómo la pandemia afecto tales prácticas (deportivas y alimentarias), -particularmente en lo que respecta a dos grupos de huerta con los cuales se trabajó (Punta Yeguas y Casavalle)-. En un segundo momento del proyecto, se procesó toda la información obtenida a partir de las instancias de grupos focales, y se realizó un trabajo de análisis teórico y comparación, con el fin de poder elaborar una evaluación en relación a cómo los grupos hicieron uso de las prácticas deportivas y alimentarias en tanto prácticas sociales en período de pandemia. En dicho proyecto, como fue mencionado se realizaron grupos focales lúdicos, -encuentros entre estudiantes y vecinos donde se realizaron actividades e intercambios sobre la temática-, a partir de los cuales pudimos llegar a las siguientes conclusiones. Para el caso de la práctica deportiva, se evidencia que hay una reducción del cuerpo al organismo y una vinculación de lo saludable con el movimiento, lo cual entendemos se debe a una lógica imperante desde el sentido común que circula, por lo que, respecto al deporte, no vemos que opere una nueva normalidad, sino que siguen operando las mismas lógicas. Sin embargo, desde lo alimentario sí se deja ver una nueva normalidad, en tanto se pudo afirmar que los espacios de huerta actuaron de forma que fortalecieron la soberanía alimentaria, generando un nuevo vínculo en relación al consumo de frutas y verduras. Quienes formaron parte del equipo de trabajo fueron, por el Instituto Superior de Educación Física, Lucila Guerra y Paula Eastman, y por la Escuela de Nutrición, Ramiro Silvera y Lucía de los Santos. Asimismo, Bruno Mora fue el docente orientador del proyecto, en conjunto con Cecilia Piñeyro.