La discusión en torno a la viabilidad de instaurar el instituto del jurado en nuestro país, da cuenta de una multiplicidad de matices en el discurso de los entrevistados. Podemos identificar cuatro grandes líneas discursivas: a) posiciones de rechazo absoluto y relativo, en función de si la oposición es subordinada a concretas condiciones históricas o es incondicionada; b) posiciones de apoyo absoluto y relativo, en función de si el respaldo prioriza o no la consecución de condiciones institucionales previas. En cuanto a la vinculación de jurado y democracia, aparece desde el inicio admitida en muchas entrevistas, sin embargo este punto dista de ser unánime, pues se pueden identificar discursos que, asumiendo un estricto modelo de democracia representativa, niegan al jurado su posibilidad de justificación normativa. A su vez, la relación del jurado con el sistema acusatorio también es un punto de opiniones divergentes: ciertos discursos resaltan las conexiones conceptuales e históricas de ambos institutos, mientras que otros relativizan la existencia de un vínculo entre ambos. Destacamos que las líneas discursivas de apoyo o rechazo al jurado, no admiten una correspondencia biunívoca, con respecto a las posiciones que defienden o niegan el vínculo del jurado con la democracia y el sistema acusatorio.