Este proyecto tiene como objetivo principal lograr darle un uso a residuos de la industria como son la cáscara de arroz y la glicerina (residuo de producción del biodiesel) para poder producir biogás (gas metano), en un reactor a escala de laboratorio. La glicerina cumple la función de ser nuestra materia prima para la obtención del gas de interés. Para que la reacción sea comercialmente viable se precisa de un catalizador, el cual acelera el proceso de producción de gas metano. La cáscara de arroz se utilizó como soporte a otros compuestos para la síntesis de catalizadores. Se realizaron varios catalizadores con composiciones diferentes para evaluar cual es el más efectivo. Uno de ellos particularmente tuvo la mayor producción del gas en las condiciones en las que se hicieron los ensayos. El proceso se trabajó en dos pasos en serie, en el primero la glicerina fue convertida en moléculas más pequeñas/manejables para luego convertirlas en metano (gas de interés).